viernes, 24 de mayo de 2013

Decisiones Políticas (I)



Harto de escuchar majaderías en los distintos debates "políticos" de los más diversos media audiovisuales y otros medios de comunicación, que confunden, desvirtúan e invierten casi absolutamente toda la terminología y conceptos políticos, me dispongo a esbozar y clarificar, criticar y examinar según que argumentaciones que, según los contertulios, analistas políticos, historiadores y hasta politólogos de las distintas tertulias televisivas, se atreven a soltar y vomitar ante los ojos atónitos de los que pensamos en no mancillar el nombre de tantos y tantos teóricos y filósofos políticos que dedicaron largas horas, años y décadas a pensar el problema de lo político, y dónde hemos llegado a consensuar, por racional, lógico, adecuado, preciso y profundo, un ámbito de acción, un espacio, una terminología, unas ideas y unos conceptos que forman parte de lo político, de la esencia de la política y el problema y polémica de lo político.

Por ejemplo, una constante que me inquieta y rasga las vestiduras, es la eliminación, marginación y suspensión de un argumento en un debate o tertulia política por el mero hecho de ser "ideológico"; en el caso del problema secesionista y unionista de nuestro país, en los distintos bandos encontramos el mismo tipo de argumentación y discurso, por mucho que les pese a todos, es decir, no se cansan de decir que no van a entrar en según que problemas, o no van a analizar tal o cual cuestión por ser "política" e "ideológica". Es como decir que un cocinero no cocina porque son temas "culinarios"; es el absurdo y el esperpento más escandaloso que uno puede oír, o sea, que si eres un analista político, un periodista de la misma disciplina o un politólogo ¿no vas a entrar a discurrir, analizar, examinar u opinar sobre temas políticos? esto así, lo he oído mil veces en el problema de la lengua en Cataluña donde muchos se escudan en no hablar el problema de la lengua por ser una cuestión "ideológica" y se disponen a analizar el problema desde criterios y parámetros pragmáticos, prácticos, utilitarios y técnicos, como si eso no fuera una ideología, hoy día de las más predominantes y que empujan con más fuerza; se esconden tras chascarrillos como "esto son problemas entre el ministro Wert y la consellera Rigau" o "el problema de la lengua es pura ideología" o "la educación no debe una cuestión política" y un largo etc... de este tipo de sentencias equivocadas.

Es decir, ven el tecnicismo y el pragmatismo como una forma objetiva de pensar, una forma neutral, inofensiva, inclinada a lo más beneficioso, a la verdad, alejada de los intereses, el combate y lucha de ideas, cuando el mismo criterio técnico es una idea, una ideología en si misma, que pretende la homogeneización, el mecanicismo y automatismo humano y la ingeniería social que, puestos a ser radicales, es a donde conduce esta tendencia ideológica. Por lo tanto, no veo la diferencia, porque no la hay, en ser socialista, comunista, liberal o conservador, en ser un tecnócrata o pragmatista, corriente que incluso filósofos como Rorty han defendido, pero nunca ocultando su esencia y constitutivo ideológico porque "todo" es ideológico, todo contenido esta perfilado, englobado y subordinado a una forma ideal, conceptual por lo tanto ideológica.

Cuando oigo que dicen "esta manifestación no refleja la realidad, no tiene importancia, porque es ideológica y esta politizada , la han organizado los sindicatos UGT o CCOO" se me saltan las lágrimas de la dignidad, como no va ha ser política si los miembros que las impulsan son de la sociedad civil, ejercen un acto organizado, reivindicativo y que afecta a la sociedad, al colectivo, pretenden ejercer presión sobre el "poder" cómo no va a ser política, son hombres los que se manifiestan no lechugas o musgo verde, es normal que cualquier iniciativa o dispositivo en la acción y actividades públicas son actos políticos, y lo que se debe analizar son esos mismos juegos de poder, esa ámbito conceptual intersubjetivo del que todos estamos ligados, atados y sometidos, debemos pensar nuevas formas de construcción social, nuevas estructuras, transformar formas y arquetipos, pero siempre con la constancia y certeza, la evidencia y sensatez despierta de que son cuestiones políticas, "todo" lo que nos afecta a todos en lo público, e incluso según que decisiones con implicaciones y carácter de dominación en el ámbito privado también son problemas y cuestiones políticas. 

Así pues, pretendo ir más allá de las pretensiones de Hannah Arendt, que identificaba la política como el espacio público, ele spacio de relaciones entre los distintos y diversos hombres, la relación con la diferencia y  el espacio que contiene la pluralidad donde unos y otros nos identificamos, reconocemos y realizamos, yo, pretendo ensanchar los límites de este espacio y convertirlo en un ámbito, algo que no posee límites, fronteras, barreras u obstáculos para la expansión de lo político, a diferencia del espacio físico, material, límitado por las relaciones espaciales y corporales, el ámbito es intangible, inteligible, temporal y podemos decir que mental o psicológico, por lo tanto arrastro "lo político" hasta el ámbito o esfera de lo privado, hasta las relaciones íntimas y privadas, individuales y personales, donde una relación sexual, una elección geográfica, una elección académica, institucional o laboral son cuestiones políticas, por lo tanto allí donde halla o exista la posibilidad, intención, ideas o estados mentales (psicológicos) de la dominación, el subyugo, vigilancia o control, por lo tanto un tanteo, un juego y una terminología del "poder" existe un problema político, una parcela de lo político en que cabe pensarse.

La emancipación, la liberación, el combate la lucha y cualquier tipo de forma relacional, de identidad, reconocimiento o realización, aspectos todos de cualquier tipo de psicología (fenomenológica, positivista, evolutiva, conductista, psicoanalítica etc...) son en si mismos problemas políticos, aluden a relaciones de amigo/enemigo, se den colectivos en lo público o individuos en lo privado, aluden a sujetos de posible cosificación u objetivación, sujetos potenciales de alienación o enajenación y por lo tanto esencialmente políticos. 

Esta ampliación y extensión del ámbito político por todo lo existente y real dentro de la esfera del "poder" en territorios clasicamente no identificados como tal, como puede ser el terreno de lo social, de lo privado, íntimo o personal, son postulados clásicos de la sociología y filosofía estructuralista, que no enseña que en toda estructura de la realidad humana, en cualquier espacio, o ámbito de lo humano existe la posibilidad de analizarlo en términos de "poder" de ideologías y teleologias, es decir fines, y por lo tanto sujetos de lo político, de ahí que de cosas tan aparentemente normales, cotidianas, rutinarias, banales y estereotipadas no les demos trascendencia e la inmanencia, que no sean dignas de importancia y sustancialidad dentro de disciplinas intelectuales y análisis o exámenes críticos del pensamiento.

Hay que pensar que todo aquello que tiene parámetros, estándares, arquetipos, criterios, normativas, reglas y buenos usos, es terreno y ámbito de lo político, de ahí que las decisiones son siempre en nuestras sociedades, decisiones políticas, el colegio de nuestros hijos, universidades, lugares geográficos, relaciones personales, y un largo sin fin de parcelas de la normatividad, que no legislación, pero aún así siguen siendo políticas, incluso más, ya que pasan desapercibidas, invisibles e imperceptibles por nosotros. 







jueves, 16 de mayo de 2013

La Sociedad como espejismo (II)



Tras presentar las dos polaridades esenciales sociológicas y filosóficas para pensar la realidad, y tras mostrar un argumento des-construccionista, que no hace más que negar los postulados idealistas constructivistas, pero que al fin y al cavo, de manera no reconocida apuesta por la exterioridad, la distinción sujeto y objeto como cosas diferentes y separadas, y por lo tanto esta en el terreno de los idealistas, puesto que no niega de manera sólida el de los materialistas interioristas, se presenta como una opción idealista anti.idealista, un idealismo negativo, como negación de lo positivo.

Dejando de lado este problema metodológico, que cada cual vea el problema desde su perspectiva, la realidad es indudable que se nos presenta como fenómeno, como una primera realidad aparente, como una primera bocanada, oleada o recepción de una red de percepciones directas, de manera intuitiva nos hacemos una imagen, un pre-juicio y una pre-visión de en qué consiste formalmente y aspectralmente la realidad sociológica en la que vivimos, me centro en el espacio y ámbito humanos, en las comunidades sociológicas y en sus productos, construcciones, mecanismos y estructuras. Podemos encontrar que existe una pre-capa, una doble naturaleza y envoltura que cubre esta realidad, que es el grado más estereotipado, cotidianizado, rutinario y "normal", es decir, aquel que siempre se ve, es en el que nos movemos, actuamos y donde desarrollamos casi todas nuestras facultades, especialmente aquellas que son más visibles, señalables, intercomunicables e intersubjetivas para el colectivo.

Este conjunto de actividades y acciones que se despliegan y desarrollan en esta superficie más superflua, en este ámbito primero, de doble naturaleza, es un postulado teórico que planteo, inspirado por Bourdieu, de manera transversal y expansionista, es decir, que sirve tanto para lo privado y lo público, entendido como S.Mill planteo sus dos esferas, es decir tanto la vida que se desarrolla en lo público, esto es lo político, como la vida desarrollada en mi mismidad, individualidad o ensimismamiento espiritual, por lo tanto mi tesis la defiendo de manera absoluta, hegemónica, total y transversal en las "dos esferas" de la existencia humana en las sociedades modernas, puesto que se trata de un fenomenismo, una aparición reflejo, superflua y difusa, que no deja ver realmente la naturaleza primera de la esencia del entramado y articulación en red de la sociedad, todo el complejo de administraciones, instituciones, mecanismos y estructuras poseen una forma fenoménica, una forma que es presentada de manera instrumental y mediatizada, y en ese medio de presentación y esa manera de instruemntalización se inscribe en su constitución y definición oficial, elementos banales, superficiales y neutrales, elementos de des-ideologización y pureza, exportando una paz y quietud, una pasividad y seguridad que no son realmente su cara verdadera, su fondo real, su naturaleza primera.

Un ejemplo de esa reducción y simplificación de la complejidad constitutiva de la realidad social, es el discurso perfomador oficial y normativo mediatizado, que ha escrito la realidad con dicotomías, a presentado y confeccionado el fenómeno de la realidad como un dualismo en todos sus aspectos y ámbitos, así la división en contraposiciones duales y antagonimos bi-direcionales como lo público y lo privado, izquierdas y derechas, hombre y mujer, lo social y lo político, artificial y natural, técnico e ideológico y muchas otros antagonismos dan muestra de esa especie de mantra, engaño, velo de la ignorancia y tela de la enajenación que hacen sentir todo como lo más apropiado, lo más cercano, y sobre todo, lo más "neutral", des-ideologizado, pacífico y "objetivo", presentando así las estructuras y demás formas sociales aparentes, fenoménicas y directas como "la verdad", siendo así y admitido así por consenso, no cabe más discurso, ni expresión, ni palabra, ni acción política para cambiar eso, puesto que existe una inconsciencia como diría Bourdieu, que no permite el pensamiento reflexivo ni el pensamiento crítico trasformador.

Inscrita así la sociedad en una superficie irreal y ficticia, alucinatoria y fenoménica, no es posible que a la hora de solucionar problemas prácticos, fácticos, directos y reales, que afectan a las necesidades más básicas en esta sociedad, a necesidades culturales y civilizatorias (no naturales o básicas, en sentido original) y sobre todo materiales, producidas por los problemas de fondo, de fundamento desprendidos por la complejidad, de esa realidad nouménica, de subterráneo de primera naturaleza, de "real realidad" que en sus desencajes e incompatibilidades afectan a su presencia y apariencia, en definitiva a su fenómeno y espejismo, producen unos efectos y daños que en la realidad del inconsciente (la del espejismo) resultan problemas isolucionables según esquemas clásicos y tradicionales, puesto que la ignorancia e inconsciencia hacen que los colectivos y agrupaciones de ciudadanos no sepan como actuar, no sepan como solucionar el problema. Hablando en términos más concretos, si el problema de la realidad inconsciente, esta segunda realidad natural fenoménica que se nos presenta, no "des-oculta" su verdadera esencia, sus verdaderas condiciones de verdad, es decir, si no enseña su verdadera forma y estructura, que son infra-formas e infra-estructuras invisibles pero nouménicas, no podrá la sociedad crear una dinamización, movilización, un dispositivo o una lógica para paliarlo oponerse, combatirlo o solucionarlo, puesto que no saben de dónde viene el problema, ni su destino, ni su sentido, ni su cusa, ni su responsable, de ahí que los problemas que hoy nuestras sociedades poseen con el poder, la opresión, la dominación y subordinación, sea de clase, ideológica, económica, moral o cultural, sean una cuestión de incertidumbre, ignorancia, desconocimiento e imposibilidad en su trasformación, cambio o re-fundación.

Aquello de Hannah Arendt de la ruptura con la tradición para una fundación, una afirmación constante de unas nuevas estructuras, esto se traduce en democracia participativa, directa, abierta y trasparente, estructuras y no infra-estructuras, una sola realidad y no dos discursos performativos, un solo medio, y no una instrumentalización mediática, no es posible, puesto que tal ruptura con la tradición y afirmación de la fundación es propio de la conciencia, y estamos sumidos en la desorientación, en la inconsciencia y en la maníaca espiral del fenomenismo más enraizado en el devenir del propio mecanismo del sistema y la lógica de las estructuras.

Con todo ello, no pretendo la mala caricaturización de los sociólogos conspiratorios, que ven una mano diabólica, el genio maligno cartesiano en lo político, o demás confabulaciones malignas e infernales, no hay "un" responsable, es la propia dinámica, lógica, devenir y acontecer de un macro-infra-sistema dualista que es conducido por "nosotros" ni "ellos" ni por "él", sino por "todos nosotros".













La sociedad como espejismo (I)



Se ha tratado de describir la esencia, la constitución la forma y las categorías con las que vemos el mundo que nos rodea, ese espacio que conformamos, la totalidad de los individuos, esa suma de conciencias coordinadas, interconectadas, corelacionadas artificialmente y voluntariamente entre sí, como una red de redes, una determinación dentro de un sistema de determinaciones, mejor dicho, condiciones, que constituye nuestro mundo fenoménico de lo real, aquello que se desprende de nuestra creación, aquello que es creado y producido por el hombre, lo que el hombre, su vida practica/factica (vita activa) y su vita intelectual (vida del espíritu para Arendt) sustentan y fundamentan, aquello Atlas soporta y aguanta en la espalda, y aquella función metafísica de la sustancia, de hacer que las cosas sean lo que son, por y para si mismas, esa es la función del hombre ante la realidad, que no puede desprenderse esta última, de la sociología, la sociedad acaba abarcando casi la totalidad de la realidad humana.

Viéndola desde una perspectiva sociológica marxista, la sociedad o realidad constitutiva y constituida, debe ser analizada, examinada y estudiada, esto es criticada, desde la propia interioridad del mismo complejo artificioso fenoménico, desde el interior del objeto, debe realizarse un análisis desde el interior de la misma cosa, una introspección, una mirada retroactiva, ensimismada y centrada en sí, y esto, podrían decir algunos que puede definirse como una mirada reflexiva, es decir pensar sobre el propio pensamiento, una suerte de meta-pensamiento, meta-crítica (meta-examen y estudio), un pensar el origen, el inicio, los principios y causas últimas, es decir los cimientos y fundamentos sociales o reales, y exactamente sería ese el método de estudio y análisis, el proceso gnoseológico y cognoscitivo correcto, pero aceptando completamente la fórmula con que definimos la "reflexión", el problema sigue latente, porque en una lectura y perspectiva marxista podríamos aceptar tal supuesto, la cuestión, es dónde situar y posicionar tal fórmula, en que ángulo, grado o altura debe situarse la fórmula, desde que plano, espacio o ámbito debemos hacer la "reflexión", y ahí es donde la filosofía marxista contesta: la materialidad, desde la unidad de la necesidad, la "irresistibilidad", "inevitabilidad" y determinación de la materialidad, esta no se inscribe en la realidad, o la compone como una parte, aspecto o fragmento, sino que es la totalidad de la realidad, y es el contenido constitutivo de la misma, de donde todo lo demás se deriva y procede, el contenido es un absoluto objetivo, que articulándolo configuramos mecanismos de producción, determinación y constitución que dan aspecto a las distintas formas de nuestra sociedad y por tanto fenomenismo material a nuestra realidad.

Así pues, para una sociología marxista y materialista, la realidad debe ser analizada y observada desde la igualación y homogeneidad material entre objeto y sujeto, desprendidos de esencia y ontología que pueda diferenciarlas o distinguirlas,  siendo el sujeto/objeto "lo mismo", "la misma cosa" con la misma intención que los postulados de Schelling, solo que sin las pretensiones trascendentes, idealistas, metafísicas y absolutas del mismo, sino más bien desde la facticidad, pragmatismo y materialidad más radicales y fundamentales. Sin olvidar un componente esencial de nuestra lectura, debemos leerla también como conflicto, choque, lucha y dominación de unos mecanismos sociales arcaicos y enquistados que absolutamente consolidados producen y reproducen formas y estructuras de "jerarquización" y "centralización", las reflexiones de Bourdieu, Foucault y Delleuze dan buena cuenta de ello.

La postura radicalmente contraria y antagónica de analizar y pensar la sociedad, es la de la tradición idealista, se ve en sociòlogos o pensadores liberales, (Aron, Spengler, Burnham etc...) que sí, distinguen el sujeto del objeto, es más, de raíz kantiana, postulan al sujeto como regidor, subordinador y determinador del objeto,  todo es un construccionismo mental de los hechos, la idea configura la cosa, la forma precede al contenido, de esta manera la realidad es conciencial y mentalidad pura, es inteligible e ideal, la realidad es una abstracción a la que cabe inscribir una lógica, unas leyes y reglas, un procesar y un "hacer"  propio, de esta manera el sujeto ve al objeto como una creación, un acto de voluntad en el que la libertad absoluta se es dada para cambiar sistemas, mecanismos, estructuras y dispositivos que inundan la realidad y la sociedad, sin reparar en el error, de la apatía, la vacuidad e inexperiencia vivencial del pensamiento, el sentir, la palpitación y la sensibilidad del ruido propio de un mecanismo conceptual e intelectual, del cual no sólo cabe preocuparse por su "pensar" sino por su "vivir" y que tantos racionalistas, idealistas y demás pensadores celestiales olvidan.

Los dos polos, están vagamente presentados, con más o menos precisión, más o menos exactitud, pero con la intención necesaria para que la vaguedad de la idea se vislumbre, lo que cabe exponer es la corrección o veracidad de una postura u otra, la materialista o idealista, la de tradición marxista o la de tradición liberal, el caso es que algunos dirán que la solución se encuentra en el "término medio", donde esta la virtud (Aristóteles), pero no caeré en esa trampa argumentativa y esa cortina de humo reflexiva, el problema es justamente que todas las demás postulaciones y teorías sociológicas o filosóficas de la sociedad y la realidad se encuentran en esa paradigmática situación, de la no posible articulación, combinación, correlación y armoniosidad del "término medio", es imposible compaginar y adecuar las partes buenas y las malas de amabas teorías, es una apuesta por la polaridad, o ves el problema y piensas desde el exterior o lo desde el interior, no hay más, cierto es que desde el exterior, postulación idealista, kantiano-trascendental, hay mil sub-teorias o tesis, y dentro de la perspectiva de la interioridad materialista también, pero es inevitable e irresistible apostar por la interioridad o la exterioridad del análisis sociològico y filosòfico.

Aunque exista otra posición que se hace presentar como alteridad, como ajena y liberada de la polaridad presentada, el pensamiento de Jacques Derrida y su teoría des-construccionista se emancipan de la cartografía gradual de la polarización entre materialismo e idealismo sociològico, oponiéndose y negando el construccionismo, el orden, la mecanización y automatización estructural, postula una ausencia de determinaciones y necesidad, ningún condicionamiento histórico, cultural, social, moral, "herencial", tradicional, filosófico, económico o político "esencian" o disponen nuestro contenido como sujetos.

Para concluir, recuperar una tesis sociológica de un filósofo de formación y sociólogo de oficio, Pierre Bourdieu, que sostenía de una manera kantiana, que nuestras categorías de pensamiento y nuestras categorías de percepción, es decir, aquello que esta "a priori" en el sujeto y que este introduce en el objeto, son el "anteojo" con el que vemos la sociedad, es necesario por lo tanto, ver cual es nuestro anteojo, movimiento de reflexión, para darnos cuenta de nuestras categorías "a priori", pre-establecidas, que usamos como instrumento y herramienta para analizar nuestra realidad social, y por consiguiente expandir esta intencionalidad, y revisar y pensar nuevas formas sociales y estructuras empírico fácticas para construir una nueva arquitectura y urbanización social, siempre pensando teóricamente para traducirlo prácticamente  siempre desde la colectividad y los movimientos sociales como única forma de aplicación practica de la teoría.










miércoles, 15 de mayo de 2013

Simone de Beauvoir


EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE LA DERECHA
Simone de Beauvoir
Traducción de Osiris Troiani
Edición: Doble J, S.L
escrito por: Yeray Rogel Seoane

Simone de Beauvoir (1908-1986) fue una filósofa, novelista, profesora y activista política nacida en París, en el seno de una familia burguesa. Su pensamiento está  inscrito en las corrientes más en boga del siglo XX: existencialismo, marxismo y feminismo;  sus novelas, ensayos y escritos biográficos dan buena cuenta de su interés por las cuestiones y problemas políticos, sociales y filosóficos, centrando su interés en constituir un pensamiento filosófico de impronta personal, profundidad intelectual, valentía y honradez moral. Buscaba integrar en todas sus expresiones reflexivas una esencia y revestimiento existencialista en lo filosófico, y materializarlo y cristalizarlo en unas proposiciones marxistas en el pensamiento práctico, esto es,  en el ámbito de lo político.

En “El pensamiento político de la derecha” (1955), Simone de Beauvoir con un estilo riguroso, profundo, sobrio y mordaz, pretende mostrarnos todos los aspectos y aristas posibles del prisma del pensamiento de derechas, como ideología, como encarnación en la facticidad y en la acción en una categoría sociológica, es decir la burguesía como clase social, y toda posible fundamentación de su pensamiento, en teorías epistemológicas, metafísicas, filosofías de la historia, éticas y estéticas de las que se sirven los “ideólogos” como ella los llama, de la Burguesía, es decir, la justificación y legitimación que la derecha hace del sistema establecido, el statu quo, en el que esta clase social se realiza, desarrolla y reconoce como dominante,  este sistema es acompañado por el capitalismo, como condición de posibilidad para desplegar todos los preceptos y consolidar los ideales y valores de la derecha.

La situación del pensamiento burgués y de la burguesía activa, es de un terrible miedo, miedo a la pérdida de su condición material, a la pérdida de las fuerzas productivas y económicas de las que dispone y miedo a la supresión, en consecuencia, del poder y el dominio hegemónicos y universales que ejercen sobre las sociedades de clases. Al fin y al cabo, la burguesía tiene miedo de todo lo existente, de cualquier novedad e innovación, progreso o diferenciación de su código de categorías y conceptos, de cualquier cosa que provenga del exterior de su estructura de poder y de sus dominios materiales, conformándose así como una ideología conservadora, la derecha es conservadora porque pretende mantener, preservar y conservar sus circunstancias materiales que la hacen ser lo que es, la clase dominante.

El sistema o estructura que pretenden conservar, es el capitalismo, lo ven y lo defienden como el sistema productivo y económico que permite el avance y el desarrollo tecnológico, técnico, económico, científico y social como ningún otro puede hacer, por lo tanto, lo divinizan, santifican, idealizan y consideran como el sistema propiamente y ontológicamente humano, el único que permite el desarrollo pleno de las facultades y capacidades del hombre y de sus comunidades.  Ven en sus representaciones teóricas, la encarnación de todos los valores e ideales necesarios para el hombre, la propiedad privada, la mecanización y automatización en la producción, el individualismo,  la garantía del derecho y las libertades, el estado emancipado y un largo sin fin de mistificaciones, esoterismos argumentativos y leyendas teóricas que la autora se encarga de desmitificar, desgranando en qué consiste la fundamentación y principios básicos de su ideología, desmontando y suprimiendo sus concepciones básicas y cómo estas se muestran falsas, erróneas e incoherentes en sí mismas.

Simone de Beauvoir, acusa al pensamiento burgués de ser idealista, de convertir todos sus valores, ideales, categorías, conceptos y principios en abstracciones eternas, inmutables e irreductibles, en posicionarlas en un mundo platónico de formas, inteligible, monista y de absolutos universales, totalizadores y verdades objetivas, que sobrevuelan, olvidan, niegan, desprecian e ignoran las condiciones y circunstancias materiales, la singularidad y particularidad empírica y la realidad fáctica, accidental y contingente en que los hombres y su pensamiento se encuentran necesariamente determinados y sumergidos, conformando no sólo así, una idea antropológica alejada de la necesidad y la heteronomía del mundo humano, sino convirtiendo sus necesidades materiales y existenciales en una surte de afecciones psicológicas, estados de ánimo, situaciones mentales y alteraciones de conciencia, ya que al concebir al hombre como un ser conciencial, “subjetivismo puro” y “conciencia pura”, está afectado por ideas, imágenes, representaciones mentales y  estados psicológicos, que a su vez conforman su conciencia y por lo tanto sus hábitos y costumbres en la acción y actividad, suspendiendo y negando que cualquier choque de realidad empírica, necesidad material o bloque factico pueda condicionar su conciencia, su ideología, su moral o su visión y perspectiva del mundo, por lo tanto  “se trata de cambiar la mentalidad y conciencia de los oprimidos, y no la situación o circunstancia que los oprime” dice Beauvoir.

Contrapone así el pensamiento idealista de la derecha, según el cual, la conciencia e ideología determina el ser social o real, frente al materialismo de la izquierda, que sostiene, que es el ser social o real el que determina la conciencia e ideología de los hombres,  convirtiendo así al hombre en subjetivismo puro y anteponiéndose y contraponiéndose a la objetividad de la realidad. Des de esta ideología, se sitúa al proletariado y a la clase obrera como un colectivo resentido, envidioso, rencoroso y frustrado  que son los motivos psicológicos que mueven al conflicto y lucha de clases, sus alucinaciones, obsesiones, taras, y su sentimiento de inferioridad son las afecciones subjetivistas que les conducen a desear una revolución con el objetivo de una igualdad ficticia ante la desigualdad justa y objetiva de la situación actual, puesto que son colectivos y asociaciones de individuos que se encuentran bajo el influjo, manipulación y control de estados psicológicos, subjetivos y anímicos provocados por su inferioridad objetiva ante la superioridad de la clase burguesa, que se ve a sí misma como la “élite”, identificándose con una suerte de valores, virtudes y principios innatos, dados por naturaleza humana y en esencia de su ser, cuando realmente estos valores eternos, absolutos, elevados y estas virtudes “eudaimonicas” no son más que privilegios materiales que el azar y la suerte han revestido a su clase y condición, suerte, que usan como excusa y tapadera para la exclusión, la distinción, la diferenciación, respecto a lo que la derecha llama “la masa”.

La masa, no es más que ese conjunto de individuos que constituyen una unidad, in-forme, insustancial, caótica, vacua, vacía, inconsistente, estetizada, alienada y enajenada, que no posee nada más que la esperanza y la ilusión de encontrar una forma, una manera de sustancializarse, identificarse, reconocerse y realizarse  política y socialmente. Según Beauvoir esta teoría de la élite le sirve a la derecha para mantener y perpetuar la hegemonía de su raza, el despotismo y la dominación de su clase por encima de la masa, considerada como un anti-valor, algo despreciable, que se merece su propia suerte y destino.
Otro de los puntos centrales de la estructura y marco conceptual de la obra, es el dualismo y escisión que presenta la aparente y falsa unidad y corpus  homogéneo de la derecha, según Beauvoir, existe una brecha insalvable de incoherencia entre lo sostenido por los ideólogos y pensadores de la derecha, y la acción y actividad en la práctica, en la facticidad empírica de los miembros de la burguesía activa, los primeros defienden los ideales eternos y absolutos y los segundos el artificialismo y el pluralismo, unos niegan la lucha de clases y otros están instaurados conscientemente en ella para luchar por sus intereses, esto, y las teorías de la élite y de la masa,  como la teoría de la ideología, serán el centro de reflexión en que basculará y pivotara toda la exposición y postulados de la obra.  A mi juicio la obra sirve para reivindicar un esquema o bloque marxista materialista clásico, que mantenía la radicalidad de su postulados en torno a la determinación e imposición de la necesidad material y la importancia de eliminar el concepto peyorativo, elitista e irracional de masa, para restituirlo por el de sociedad y condición de clase, ya que el idealismo de la derecha y otros idealismos como el del neomarxismo  dialéctico, de la escuela de Frankfurt lo habían difuminado y embarrado.

Esta obra trata de demostrara el agotamiento, el fracaso, el desgaste, la irracionalidad, y la incoherencia del pensamiento de derechas, la imposibilidad de la burguesía por mantener sus privilegios, su posición y situación ante una conciencia de clase obrera que cada vez, cobra más fuerza y vigor, la burguesía no puede asumir por su pensamiento su actitud práctica en la acción. Aquí es donde las previsiones de Simone de Beauvoir  han errado y se han visto falsadas, ya que las nuevas formas de compra-venta especulativa e intangible, el dinero virtual y la mercantilización, no solo de servicios, mercancías o productos, sino de la misma moral, la intención y las propias ideas, ha fortificado un sistema que parecía caduco pero que hoy, cubierto de tecnicismo, pragmatismo, objetivismo y un extremo fetichismo y desarrollos mecánicos y automatismos, produce una alienación y enajenación consciente y voluntaria, un enemigo invisible, que se mueve por las sombras  y la oscuridad más pesada y tupida que ninguna luz puede difuminar, y por si no fuera poco, la tecnología, la obsesión y alucinación que esta produce, ha hecho desaparecer las líneas, los límites que dividían y distinguen las clases sociales, creando fenómenos y apariencias que nos homogeniza , que nos igualan a la baja y nos precarizan, nos hacen ver la sociedad como la sociedad del espectáculo y nos convierten en dígitos, tuercas y engranajes de una gran macro-máquina de producción, antaño llamada estado-nación, hoy desvirtuada, servida en bandeja al pragmatismo y tecnicismo de una conciencia virtual e inmaterial, pero que concentra todos los monopolios e inteligencias mercantiles.

“El pensamiento político de la derecha”, cobra pues, hoy, una relevancia significativa, que nos hace recordar, que realmente las estructuras burguesas perduran, basadas y fundamentadas en el irracionalismo, lo celestial y el mundo platónico de las formas,  aceptando que toda supresión de la diferencia de clases es puro fenomenismo. Simone de Beauvoir ha sido caricaturizada, zarandeada y vapuleada por parte de la derecha, la izquierda más reaccionaria y hasta el feminismo más cínico, se la ha vendido como una “escritorilla” de panfletos o una segundona al lado de Sartre. Reivindico pues, el resurgimiento de sus tesis y postulados marxistas y existencialistas para entender la situación y contexto de la realidad actual. 


jueves, 9 de mayo de 2013

República constitucional o Estado-Nación



A raíz de la noticia que el ocho de mayo de 2013, en que el tribunal constitucional denegaba, suspendía y tumbaba la declaración de enero del parlament, en que se declaraba a Cataluña como un sujeto soberano, esto es, el establecimiento de las condiciones de posibilidad de una hacienda propia, unas administraciones e instituciones catalanas y derecho a consultas y demás populismos sobre cartón piedra; me vino a la cabeza la distinción que en teoría política, Hannah Arendt estableció entre el modelo y sistema político americano y el europeo, es decir la distinción en la fundamentación filosófica y política entre la república constitucional americana y los Estados-Nación que pueblan y conforman Europa.

El sistema y modelo de república constitucional, se basa en unos principios que declaran que la ley, esta por encima del estado y la democracia, la constitución no es un mero trozo de papel que se cambia a conveniencia, según criterios pragmáticos, prácticos, contextuales o utilitarios, sino que realmente, sí es una carta magna, blindada, intocable, unitaria, y objetiva, que asegura la pluralidad y la diversidad, de corte liberal, defiende un seguido de principios básicos, inalterables, inalienables, irreductibles, y eternos, constituyendo y construyendo así, una constitución que teóricamente, en el plano ideal es perfecta, pero que luego en la facticidad y en singularidad empírica de la política terrenal y real, producen grandes conflictos según avanza la nación.

 Esta constitución queda emancipada de la sociedad civil, y por lo tanto salva el problema de subordinación a la clase dominante, que Marx señaló que poseían los estados, que estos siempre estarían regidos y determinados por una clase dominante, así pues, la constitución americana asegura la neutralidad y vacuidad "ideológica" y de contenido partidista, es una herramienta política puramente formal situada en la cúspide de la jerarquía de poder,para evitar populismos, demoagógias, esteriotipos, fascismos y banalidades "de fakto", que puedan materializarse en algo real y efectivo, el poder soberano lo representa la constitución (soberano quiere decir, que por encima de su poder no hay nada) y esta asegura la imposibilidad de cambios de modelos de estado, de regímenes totalitarios, dictatoriales o golpes de estado posibles, puesto que podrían tomar el estado pero jamás la constitución, esta es intocable y neutral por definición, queda fuera de su campo de acción, esta en otra dimensión de significado, en otro ámbito político, sólo sería posible una invasión externa, imperialista o colonialista para poder eliminar la vigencia y la hegemonía de la constitución y al poseer medios e instrumentos tecnológicos tan eficaces y potentes militarmente, como la bomba nuclear, esta posibilidad queda anulada, blindados están ante tal posibilidad.

En cambio los Estado-Nación europeos. postulan al Estado como estructura política suprema, regida por la democracia (o partitocracia) como sistema legitimador y constituyente, así pues la constitución queda representada como una función y un aspecto más del estado, subordinado y reducido al estado, es un trozo de papel, inestable, plástico, múltiple, variable y contextual, su forma se adapta y corresponde a la forma de la sociedad civil, creando así un juego de correlación y correspondencia formal y política, que en la práctica funciona y compete, pero como ideal esta sometido a contingencias, arbitrariedades y accidentes, perdiendo así pretensiones de objetividad y verdad, alcanzables, puesto que el modelo americano a mi juicio lo consigue. Esta falta de fundamentación y solidez conceptual, teorica e ideal de la constitucioón de los Estado-nación también comporta problemas en la práctica, alejándome del pensmaiento marxista que ssotiene que las ideas no preceden a las cosas y la realidad material, y que las ideas no trasforman el contenido, en este caso, sí veo que desde el plano ideal y teórico se desprenden una serie de dificultades que ya posee en su internismo, pero que al escapar del ámbito ideal, se cristalizan y materializan el problemas fácticos, materiales y prácticos, no mera mente formales sino de contenido, no es ya un mero epifenómeco, sino un problema real en sí.

Por ejemplo, es ascenso de discursos populistas, el ascenso de nacionalismos y  fascismos, dogmatismós despóticos, estetizaciones políticas, y un largo sin fin de problemas propiamente europeos por su condición sistémica, inclinados a causa de su modelo de nación y país. También podemos encontrar problemas en el modelo americano, como el de la legalidad de las armas, el país se encuentra en una imposibilidad y paradoja latente, no pueden ilegalizar las armas puesto que este derecho esta presente y existente como un principio fundamental, la constitución como ya hemos dicho, es inalterable y eterna, cualquiera que la haya leído sabrá que se le pueden añadir leyes, pero no quitar, y estas nuevas leyes, sólo son posible si no contradicen las ya existentes, en tal caso la ley ya existente, la más antigua, tendrá vigencia y prevalecerá ante la nueva, la constitución fue hecha en el 1791 y desde entonces, USA sólo ha disfrutado de una sola constitución, demostrando así su objetividad y validez.

Aún poseyendo problemas, como el de las armas, que apuntan a un incremento de las muertes nacionales y un ascenso de la violencia, es una situación problemática de inseguridad y demás, es uno problema entre los muchos, una contradicción más, de las muchas que otros países pueden poseer, pero no afecta a las causas últimas o fundamentales, las pseudo-críticas por parte de la izquierda más reaccionaria, el marxismo petrificado y el comunismo más desacreditado (impotente y frustrado) han caricaturizado, estigmatizado y satirizado el sistema político americano y a los ciudadanos americanos mismos, como una suerte de locos, violentos, iletrados y salvajes vestidos de civilización, sin tener en cuenta que en la situación histórica en que se conformo la constitución, ese tipo de leyes, tenían una utilidad y funcionalidad, legitimidad y razón de ser (responsabilidad y conciencia), ya que garantizaban la posibilidad de luchar por la libertad real,- no la que algunos grupos de lloricas auto-victimizados, impotentes y resentidos- la libertad de librarse del subyugo y dominación británica y colonial, en caso de volver a intentar explotar a un pueblo que no posee raíces nacionalistas, culturales, populistas o de sangre, sino patrióticas y convicciones ideales racionales, de un pueblo, en su origen, inteligente.


miércoles, 8 de mayo de 2013

Los límites de Kant, según Ayn Rand (II)



Para Ayn Rand y los objetivistas, la posición y disposición del sujeto y el objeto sigue siendo la clásica, el objeto es quien conforma, determina y rige al sujeto, el objeto es el que construye la forma de la intuición  el sujeto sigue siendo el "sujeto espejo", un sujeto pasivo, receptor, afectado y que refleja la forma sensible del objeto, en confrontación al "sujeto lámpara" kantiano, sujeto activo el cual ilumina en la oscuridad, des-oculta, busca, construye realidad, crea esquemas de percepción y marcos de formas sensibles, los objetivistas al concebir la realidad como un absoluto, la ven como plena, acabada, total y unitaria, no le falta nada, todo "lo contiene" lo existente que constituye conocimiento, esta contenido e implicado con el objeto, no hay nada de conformador, creador o productor de realidad en el sujeto, por lo tanto no hay nada "a priori" ni en la sensación ni en el entendimiento como sostiene Kant.

Rand, considera a Kant, como el gran villano, ya que predica que la razón no es suficiente para el conocimiento "de la cosa en sí", que la realidad y la naturaleza escapan a las facultades y capacidades humanas, que la mente no es válida para conocer los principios últimos y básico (metafísicos), sino solamente los fenómenos, es decir las experiencias y acontecimientos espacio temporales y por ello, fenómeno es lo que se nos presenta, lo que se nos aparece, puesto que todo lo perceptible y experimentable se da, bajo una forma de la intuición sensible "a priori", esto es, el espacio tiempo, y por lo tanto como fenómeno.

Para los objetivistas lo percibido es "la cosa en sí" y que no hay una distinción dualista tal, como un fenómeno en nuestra dimensión el cual podemos percibir y un "noumneo" en otra dimensión que se escapa de nuestras potencias y que es la realidad verdadera, la razón como absoluto puede responderse a todas las cuestiones, incluso las más remotas y elevadas, como los principios metafísico, la resolución de estos problemas debe ser la racionalidad pura, el cálculo y la lógica, un puro proceso coherente, sustancial y objetivo, realmente lo acaban defendiendo una postura de sentido común, la realidad existe como un hecho, la razón puede pensarla y conocerla, y los sentidos no nos engañan, son el mejor molde plástico y múltiple, el mejor espejo para captar su verdadera forma, la que tienen, es un pensamiento epistemológico y metafísico "fáctico" situado en lo empírico y la apariencia como realidad, intersubjetivo y únicamente limitado por el progreso y la evolución, es decir, si no se conoce más, es porque no ha habido tiempo, ya se conocerá.

Concluimos pues, que los objetivistas ven a Kant como un filósofo que desprende del hombre su facultad más preciada y única herramienta para el conocimiento y la identificación de principios y valores, esto es, la razón, ven su metafísica como un imposibilidad y por lo tanto un misterio, ellos niegan los misterios, tal categória es mística y esotérica, hay falta de conocimiento, pero no preguntas incontestable so inalcanzables, paradojas o contradicciones en la objetividad, por lo tano toda posible implicación en filosofía práctica o estética también será criticada duramente y suprimida, por esta escuela acuñada e inscrita en Ayn Rand.





martes, 7 de mayo de 2013

Los límites de Kant, según Ayn Rand (I)



Presentaré dos teorías y postulados metafísicos y epistemológicos, por un lado, la filosofía objetivista de Ayn Rand (1905-1980) y por otro, la filosofía trascendental de Immanuel Kant (1724-1804), ambas son filosofías totalmente distintas y antagónicas, que pretenden sistematizar un pensamiento sobre las causas y principios últimos de la realidad y apuestan por dar solución al problema de las operaciones y procesos del entendimiento humano, lo que aquí se quiere exponer, no es más que el conflicto entre "criticismo" (Kant), que sostiene que el conocimiento existe pero con límites y que, no todo puede llegar a conocerse, y la postura "objetivista dogmática" (Rand), que sostiene que el conocimiento existe, la verdad es una  e invariable y es asequible al hombre en su totalidad y de forma absoluta, es cuestión de tiempo y progreso que el hombre a través de la razón alcance "la verdad" de la existencia.

La metafísica-esto es, la naturaleza de la existencia y la esencia de la realidad- objetivista, postula la realidad como un absoluto, como existente en su total inmanencia, la realidad es objetiva, es unitaria, irreductible e invariable por el hombre, es decir, posee una estructura y una construcción real, facticas, empíricas, "noumenicas", es una realidad intersubjetiva e interconectada, gobernada por la determinación, la necesidad y la causalidad, no existe en esta naturaleza (o realidad) ningún propósito, ningún sentido trascendental o abstracto ni hay ningún fin último natural, no hay por lo tanto ningún diseñador inteligente, el universo ha existido siempre, basándose en los postulados de Parménides, siempre ha habido algo, ya que de la, nada, nada se deriva, y si hubiera habido alguna vez la nada, nada existiría, por lo tanto hay algo, y ese algo (el universo, la naturaleza o realidad) siempre ha estado ahí, no hay génesis ni corrupción, siempre ha existido la realidad, hay que tomarse la existencia como un hecho y a partir de ello, analizarlo, conocer, juzgar y estudiarla.

En la epistemología objetivista, distinguimos los dos aspectos básicos para la teoría del conocimiento, la sensibilidad o recepción empírica y el proceso del entendimiento y la razón, presentando la razón desde su definición formal, es decir, como la facultad que integra e identifica en conceptos e ideas, el material provenido de los sentidos, esto es lo sensible y las percepciones, el objetivismo, postula la razón como un absoluto sustancial que esta acorde, en correlación y adecuación a la composición y articulación de la realidad, su forma puede ser percibida y recibida por el sujeto cognoscitivo tal y como es por si misma, internamente, puede abarcarla y comprenderla tal y como es realmente, en sí misma,  los sentidos no nos engañan y la razón opera tal y como la conciencia y la voluntad ordenan, es decir, que si nos equivocamos es por un error en el libre albedrío, en el cálculo libre, la voluntad que dirige, no por una insuficiencia de la razón, esta, es una máquina e instrumento perfecto, según Rand, es la única herramienta para adquirir conocimiento.

Por el contrario, Kant sostiene que la metafísica no es una ciencia, y no se sabe si algún día lo será, y que por lo tanto no avanza univocamente y homogéneamnete por un camino sólido, estable y con el consenso de los participantes teóricos, más bien al contrario, se encuentra constantemente cambiando de camino para llegar al mismo fin (la afirmación dogmática y despótica de algo) y re-formulando y emprendiendo nuevos caminos, puesto que no hay un consenso entre el colectivo. Para Kant, la metafísica no puede conocerse, simplemente pensarse, puesto que el conocimiento implica tener experiencia sensible de algo y noción de existencia empírica, y por definición la metafísica se encuentra más allá se la física, más allá de los límites de la experiencia sensible, del espacio tiempo y de lo contingente y accidental. La razón seguirá preguntándose por esos principios más elevados y remotos ininteligibles, pudiéndolos pensar como posibilidad, pero no como conocimiento.La razón por inclinación natural, no puede evitar el preguntarse por cuestiones que no puede responder, y estas son las metafísicas, existen tres ideas que siempre necesariamente se preguntará e interrogará pero que no encontrará respuesta, estas son, Dios, el alma y el mundo

Kant acuñó el término de "giro Copernicano", que consiste en una revolución epistemológica, respecto a la disposición y atributos del sujeto cognoscitivo y el objeto epistemico: Tradicionalmente en teoría del conocimiento, el objeto, determinaba, subordinaba y regia al sujeto, constituyéndolo, pero Kant invierte la disposición y situación, y coloca al sujeto como determinador y conformador, el que rige al objeto, creando así lo que será llamado como el "sujeto trascendental", es decir, aquel sujeto que construye, determina, configura, introduce e impone elementos en el objeto para su existencia, es decir, aquel carácter de producción y creación, de constructor y conformador de la realidad, ahora esta, no existe por si misma, emancipada e independiente del hombre, como sostendría un realista, sino que el sujeto construye parte de la realidad, es edificador y articulador de la realidad y la naturaleza, por lo tanto trasciende la inmanencia "fáctico-empírica".