miércoles, 23 de enero de 2013

Arte Conceptual, una reflexión de la esencia estética



Antes de entrar a analizar tres de las grandes obras del arte conceptual, realizaré una breve introducción sobre qué entiendo por arte y qué es el arte conceptual, cuales son sus implicaciones, principios, reglas internas y naturaleza.

 Arte es toda representación simbólica, es un concentrado de significación y sublimidad, aceptando pues la definición hegeliana, cabe destacar que según el conservadurismo estético, el tradicionalismo   y los ortodoxos del canon, cuanto más sublime, trascendente, referentes simbólicos, belleza armónica, y más contenido cultural posea, mayor es la calidad artística, tendencia que se rompe con la irrupción de las vanguardias y con el nuevo arte conceptual, abstracto o concreto.El arte conceptual romperá todas las cadenas, las codificaciones, principios y reglas de la clasificación artística,  las obras de arte ya no están sujetas al canon ni a la herencia de los elementos de la tradición que constituían la formación, construcción y nacimiento de la obra de arte, pero tradicionalmente se distinguen tres reglas o aspectos para la identificación de obras de arte o representación simbólica:

El primero, son los aspectos y  reglas que tienen que ver, con lo nos aparece y transmite, es decir el mundo de lo fenoménico, el color, línea  forma, figura, técnica, trazado, luz y el objeto referente, en definitiva, los elementos que configuran la obra de arte, el aspecto sensible, perceptible, de los sentidos, que afecta directamente al espíritu, juega con lo emotivo, lo pasional y lo simbólico, es,la parte más técnica y mecánica  el proceso mismo de configuración y montaje, es decir el como se hizo, que nos presenta y representa, que nos transmite y se nos aparece, es en definitiva la belleza y perfección de la obra. El segundo, es la pregunta por el sentido de la existencia interna y externa, es decir el hombre y el mundo como realidad de las circunstancias que lo rodean y constituyen, es la pregunta por el sentido, significado y simbolismo, por las ideas y los conceptos que se esconden tras los aspectos del fenomenismo. Es la pregunta por la reflexión ética sobre lo moral, la ontología, la metafísica y la epistemología, es el espíritu de lo filosófico en la obra. El tercer aspecto, es su situación y contexto, es el reflejo y representación de su tiempo, época, cultura, contexto, condición material general y sistema de valores morales de su tiempo, este tercer aspecto o regla puede ser entendido como un corolario del segundo, ya que la idea misma puede contener el contexto, aunque existen matices que los diferencian, por ello he optado en separarlos.

Estas son las tres reglas básicas para identificar qué es y qué no es arte, obviamente el debate esta abierto y sujeto a modificaciones y cambios según épocas y culturas, pero en un principio y para situar y enmarcar en un contexto general y cerrado los límites del objeto de estudio estético, han sido esencialmente estas las reglas. En el arte conceptual, nuevo o concreto (Kandinsky) las ideas y conceptos ya no están detrás de los aspectos fenoménicos, sensibles, formales o técnicos, sino que se presenta de inmediato, se presentan de manera directa e inmediata, es la búsqueda la ontologia, esencia y la verdad y realidad de las cosas mismas, se hacen las ideas y conceptos visuales y materiales, se sustituye lo fenoménico por los nouménico, se elimina por lo tanto el objeto referente de la realidad como aspecto central del arte, se busca puramente una reflexión estética y filosófica sobre su propio contenido, su propio género y ser, es la pregunta y la interrogación por su identidad, su esencia y su legitimidad para ser, es una dialéctica con sigo mismo, un pensamiento reflexivo y crítico sobre su propia existencia y alma como obra de arte. Podemos verlo claramente en las siguientes obras de arte conceptual:

"Fountain" de Duchamp: http://fernandoaviles.com/una-y-tres-sillas-de-kosuth/
"Artist's shit" de Piero Manzoni: http://www.tate.org.uk/art/artworks/manzoni-artists-shit-t07667
"Una y tres sillas" de Joseph Kosuth: http://fernandoaviles.com/una-y-tres-sillas-de-kosuth/



En la obra de Marcel Duchamp encontramos la pregunta por la esencia de arte, por qué un urinario en nuestras casas o en el lugar que se le ha sido asignado es un objeto y elemento normal, cotidiano, vulgar y sin trascendencia, y en cambio en una tarima en un museo es una obra de arte, ahí es donde todo el peso del sentido, la ironía y la filosofía del arte conceptual actúan con intensidad, la respuesta es la pregunta, es decir, en un espacio y lugar dotado de un nombre y significado como el museo, que es un artificio que contiene obras de trascendencia  sublimidad, belleza y perfección exaltadas encontramos un urinario sin más, porqué justamente intenta plantearse la pregunta sobre su identidad y legitimidad, sobre, por qué es arte lo tradicional, lo otro y no esto, y no el urinario, a través de la ironía y el sarcasmo no intenta sobrecoger, contentar y satisfacer en plenitud al espectador, sino trasmitir las preguntas básicas, la filosofía y la estética puras, el arte y la estética se han dedicado a describir y discernir sobre el fundamento y realidad ontologica de las cosas, de los asuntos epistemológicos y metafísicos más elevados, pero no se ha contestado la pregunta sobre su identidad y legitimidad, su función y sus ser comparado frente a otros, entonces, estos autores como Duchamp, Piero Manzoni o Joseph Kosuth lo que intentan es justamente trasladar la pregunta filosófica, la ironía, la reflexión, la ruptura con el canon y la tradición a un público establecido sobre reglas falsamente sólidas y estáticas, frente a las reglas y definiciones es con lo que luchan estos autores.

"Una y tres sillas" representa exactamente en su idea abstracta y general, en su intención pedagógica estética, lo mismo que el urinario, solo que podemos ver un sentido y significado distinto, un motivo y una lectura distintas; en la obra de Kosuth vemos tras sillas, la silla material y real, del mundo externo que representa el referente, la fotografía que simboliza el concepto, idea o forma de silla, es decir el significado y la definición del diccionario del objeto silla, que es la palabra, que identifica las cosas, el significante y la composición de símbolos para clasificar y comunicar los ejemplares de los universales, así podemos ver como la obra esconde varios sentidos e ideas, más allá de la intención de ruptura y ejercer y revindicar un acto de libertad, la obra cobra vida propia, se emancipa del artista y cobra autonomía y libertad respecto de la dependencia de las obras de otros artistas, puesto que en este caso sólo se admira la idea o concepto, no es aspecto formal o figurativo.

La obra de Manzoni, "Artist's shit", es otro ejemplo más, es una lata de la que se hicieron cien copias, que contenían excrementos, más bien mierda, del artista, reivindicando que es el nombre lo que hace que el arte sea considerado arte, los cánones y los constructos tradicionales, y pretendía pues romper con los constructos artísticos, romper y preguntarse sobre qué es arte; frente al aburguesamiento con visiones muy definidas, gustos y sensibilidad muy limitados por unas reglas e ideas de belleza, perfección, sublimidad y trascendencia, Manzoni muestra como la mierda puede ser expuesta y como por ser de un artista se considera arte, es una crítica al "esnobismo" y a la excelencia sin criterio, en una reivindicación crítica y sarcástica, es un postular el arte como trascendencia en la inmanencia, y que el arte no tiene que ser bello, sublime o elevadísimo y catártico, puede desligarse de esa perfección y bellezas tan usadas, desvirtuadas por la mimesis y la repetición y convertirse en arte las propias ideas mismas sin nada más que ellas mismas, puesto que cuando vemos un urinario, una silla o una lata no nos preguntamos por la estética y el ser del arte, en una exposición sí, y por ello lo exponen con gracia, ironía e ingenio.

No es más pues que la intención de una nueva vanguardia por la reinvención, la ruptura, la libertad, la esencia del arte, la pregunta filosófica sobre lo ontológico, una reflexión sobre la estética, una inversión de los valores, el orden y los criterios artísticos, una transfiguración de los gustos y sensibilidades, un juego con las culturas, las visiones contextuales y en esencia un juego de espacios de significado y simbolismo, la gracia no es si es una lata, una mierda, una silla, o una polla en vinagre, lo esencia es el sentido, significado y simbolismo del espacio, tiempo, la idea y el concepto.











domingo, 20 de enero de 2013

EL MITO DEL ARTISTA MALDITO


Como ejemplo y y referente de este mito, tenemos al pintor Vicent van Gogh, no me centraré en su idea estética, su técnica ni en hacer un crítica rigurosa de la representación simbólica de sus obras, sino que todo lo contrario, el foco estará centrado en aquellos que en nombre de una tradición, de un movimiento y escuela artística exaltada, épica, trascendente y casi insultante para el que no la sigue, se han atrevido ha secuestrar la imagen del gran post-impresionista neerlandés en pro de una idealización, exaltación y culto del autor, del artista y del personaje al fin y al cavo del arte romántico.

No el romanticismo como tal, ha secuestrado y moldeado la imagen y apariencia de van Gogh, sino todos aquellos sujetos que siguen un ideal y canon estético romántico, malinterpretando realmente en que consiste ser artista y creador o autor de obras de arte. Lo que buscan esos jóvenes seguidores del ideal romántico no es más que una falsa existencia arquetípica del artista marginado, incomprendido en su tiempo y por lo tanto visionario y gran pensador de ideas y conceptos, de descripciones de la realidad que en épocas, culturas y contextos más desarrollados y evolucionados, es decir cultivados por la historia y la retrospectiva, son capaces de entender las ideas de un artista que no pertenecía a su tiempo, sino que se adecuaba a las ideas del futuro, de estos artístas jóvenes románticos que ven en la figura de van Gogh la ejemplificación real de hacer de la necesidad virtud, de la locura un elemento estético de su arte, de su propia vida una recosntrucción simbólica y representativa, de su estados social un elemento virtuosos y meritorio como creador independiente, hay muchos y muy perjudiciales.

Crean ese mito a partir de una imagen, por ellos mismo atrofiada, moldeada y trasformada, desfigurada y construida a voluntad e interés, sin opción a crítica u objeción hacia ella, tales artistas románticos ven en él, un mito, y como tal, le otorgan una sublimidad, un significado y trascendencia que ni él ni su obra son capaces de alcanzar por los canales tradicionales y habituales del juicio artístico histórico, kantiano o crítica estética post-moderna.

Esa idea del ser marginal, incomprendido, psicótico o neurótico, tirado a la mala vida, al dolor y sufrimiento, a la miseria personal y social, situado en el estado más elevado, pleno y absoluto para los románticos, que es la posesión por el espíritu dionisíaco y por lo tanto el estado de embriaguez, que le reporta al artista el frenesí, la exaltación, el extásis y la capacidad catártica, es decir de re-equilibrio, orden  y armonía de las pasiones, los sentimientos y emociones desbocadas, como el efecto e impacto de la tragedia griega en el público de la época.

Así, esa idea del eterno sufridor, el sublimador del dolor, como único espíritu excelso capaz de mostrar al resto de los mortales qué es, en qué consiste, cómo se origina y como alimenta nuestra espíritu ese dolor, no muestra más que las intenciones y pretensiones de unos artistas inexpertos, a-críticos, ingenuos, pretenciosos,  prepotentes y lo que es peor, egocéntricos, que lo que consiguen no es más que convertir la obra de arte, que debe poseer vida propia, identidad y autonomía propia, fundida en ideas formales y estéticas, conformando una unidad única, completa y absoluta sin depender de nada más que se si misma para ser una representación simbólica y un concentrado de significado, no sea más que un objeto coleccionable, un objeto óntico sin noúmeno ni fenómeno, una cosificación material de un atributo del artista, de una cosa dependiente del autor, como una extremidad más, una parte o propiedad del creador, que se convierte en si mismo, se construye y configura a sí mismo en una falsa y ficticia obra de arte humana, destruyendo así la esencia del arte, la reflexión filosófica sobre él y dejando meramente la posibilidad de apreciar el confeti, la propaganda, el marketing, la superficie y el bodrio en que se ha convertido el pseudo-creador o artista, que ya no es más que un personaje mercantilizado, un payaso del arte y un bufón del mundo estético.

Vemos, como esa pretensión de emular y ser un artista se magnifica de tal manera pretenciosa y descaradamente, que se invierte el valor artístico, se desvirtúa la creación y se eleva al artista, se ocupa y se centra toda la importancia, la significación y el mérito en el autor y no tanto en su obra, destruyendo el mismo concepto de arte e incluso la misma idea romántica, que los jóvenes artistas modernos seguidores del ideal, se han encargado de destruir, creando un mito del artista maldito como verdadero arte que ha hecho mucho daño y sigue haciendo estragos en el mundo de la representación estética y artística.













viernes, 18 de enero de 2013

Las seis falsas tesis del capitalismo (II)



Una cuarta tesis es la que yo llamo, la falacia de lo privado, es aquella que sostiene que lo bueno es lo privado por ser privado, es decir un corolario de la falacia circular, defiende la gestión privada frente a la pública, por el simple hecho de ser privada, ya que esta esta regida por los criterios de eficiencia, rentabilidad y productividad económica, frente a la lentitud, ineficacia, in-eficiencia, holgura, y despreocupación de la gestión pública atormentada por la burocracia, cáncer de toda organización, planificación y acción práctica. 

Corresponde la falacia al viejo mito, de que lo privado funciona mejor ya que hay técnicos y especialistas, profesionales, como si no fueran los mismos que llenan los puestos del estado, las salas y habitaciones de las entidades públicas, como si el gestor público fuera de una naturaleza, raza o tribu distinta del gestor privado. El ejemplo esta en Bankia, el sistema financiero español o las agencias de calificación, sector privado e incompetente, hoy día respira gracias al castigo injusto que paga la clase media española, gracias al dinero público de los ciudadanos.

La quinta tesis a desmentir, es la idea de que el capitalismo comporta libertad al colectivo social, al pueblo o nación en cuestión y comporta en política la democracia como condición de posibilidad de su existencia, error evidente puesto que existe un país paradójico llamado China, que es uno de los más capitalistas, de los que más exporta y más empresas contiene en sus fronteras, y es un país en que la democracia es un mero adorno para viejas vitrinas de ilusos soñadores, es decir dictadura política y capitalismo radical, ¿qué tesis van a sostener ahora?

 La sexta tesis, o falacia, ya que todo el rato viene al caso, es la racionalidad de los mercados, harto iluso quién se lo crea y poco observador quién no lo vea, el funcionamiento y movimiento de la mecánica, del aparato de capital, producción y mercancía se rige por las leyes de la oferta y la demanda, que son tan racionales como la sociedad o las gentes lo sean, si en una nación como la nuestra las demandas de la sociedad son irracionales, consumir modas por ser modas, adorar personajes espiritualmente mediocres como grandes héroes y no como payasos o bufones, entonces bajo estas circunstancias sólo cave esperar que la demanda sea irracional, y la demanda como ley es también irracional.

Otro ejemplo sería el de la bolsa, en que un conjunto de "Brokers" o multinacionales deciden según su voluntad y su inteligencia racional o no, que hacer con el dinero virtual que otorga valor metafísico a deuda de naciones, acciones de otras empresas e incluso derrumbes de mercado, entonces cómo podemos admitir como racional, no algo regido por parámetros lógico, deductivos, fijos y sólidos sino algo que puede  depender de las inclinaciones, instintos o preferencias pasionales  del poseedor por azar y no merito de un gran capital, con a suficiente fuerza y poder como para doblegar la bolsa a su perecer.

Para concluir, esgrimiré un argumento de la escuela de frankfurt, específicamente de Th.W.Adorno, acerca del funcionamiento de la racionalidad y el pensar en las civilizaciones capitalistas o post-modernas. Adorno sostiene que hay dos tipos de razón, basándose en los esquemas y la tradición Kantiana identifica la razón pura y la razón instrumental, la primera se encarga de discernir, pensar y razonar sobre los asuntos ontológicos, de discernir la realidad última de las cosas, la verdad, el conocer por conocer, el saber intrínsecamente por el valor de serlo, el conocimiento mismo, sin condicionamientos, inclinaciones o contingencias de ningún tipo, de ahí lo de razón pura, en definitiva es aquella razón que se dedica a pensar racionalmente sobre el el fin.

Por otro lado, el segundo tipo, la razón instrumental, es aquella que se dedica a discernir y pensar en pro de la utilidad, la practica, el beneficio, la conveniencia y la contingencia, es aquella que piensa el medio y no el fin, es aquella que centra toda su atención en pensar racionalmente el medio para conseguir tal o cual fin, pudiendo ser un fin totalmente irracional, esta razón suele magnificar de tal manera el medio que ocupa toda la significación el sentido y la capacidad de la razón e intención humana, convirtiendo el medio en un fin en si mismo, haciendo del medio un fin, el cual irresistiblemente comportara a su vez la conclusión de otro fin que no ha sido pensado, y que ya no importa tanto como los medios, para Adorno la materialización y ejemplificación en la práctica y vida real de la razón instrumental es Auswich, es a lo que comporta y conduce, es su objetivo final, puesto que representa la normativización, la clasificación, organización y sistematización del mundo moderno en todos los aspectos de su realidad y existencia, que conllevan ano pensar racionalmente y por lo tanto correctamente sobre los fines radicales.

 Hannah Arend en su libro sobre la violencia, pone un ejemplo sobre la magnificación de los medios hasta el punto de abarcar toda la importancia, sentido y significación, convirtiéndose en algo incluso más importante, peligroso y poderoso que el propio fin, este ejemplo es el de la bomba atómica y la carrera por edificar la paz entre naciones occidentales civilizadas, el objetivo es mantener la paz y para ello el medio era conseguir un armamento suficiente como para mantener al enemigo alejado y paralizado ante el potencial armamentístico, pero el medio se ha magnificado de tal manera que el propio medio ya no es para conseguir el fin de la paz, sino que su función es ahora la aniquilación y destrucción de la humanidad si se llevase a cabo una guerra, por lo tanto ahora el fin es totalmente irracional, mantener un pacto de no agresión puesto que podría desencadenarse un conflicto tal que acabaría con la destrucción de la totalidad humana, ya no es la búsqueda de la paz como ideal moral o la no sumisión a una fuerza colonizadora y enemiga, sino evitar la ex-terminación y destrucción mutua.

Esta es pues la razón que impera en el capitalismo, en que importa más el soporte, el medio, y el conductor que el propio contenido o fin.












Las seis falsas tesis del capitalismo (I)



Hablar del capitalismo comporta hablar de todos aquellos aspectos en los que hoy tiene presencia, hablar de cómo afecta en otros campos del conocimiento e investigación, en otros campos del saber y el pensamiento, podría hablarse del capitalismo según sus distintas formas, adaptaciones, reformulaciones y ámbitos de actuación, desde el campo de la sociología, la política, la economía, el pensamiento, la cultura y hasta incluso la antropología, pero el capitalismo es esencialmente un sistema económico fundamentado ontologicamente en los principios del liberalismo político, éste es su condición de posibilidad, pero como no voy a escribir un largo tratado sino mas bien un breve artículo de pensamiento, me limitaré a tratar el trema como idea del capitalismo en si misma, como sistema económico, tratar los principios y tesis que lo constituyen como sistema que rige, ordena y configura el valor principal de una sociedad moderna o civilización tecnológica de hoy, que es la economía, sin poder evitar claro esta, los efectos y consecuencias inmediatas, directas y hasta inseparables, por no decir consustanciales que en el terreno de la teoría política tiene.

He escogido las seis tesis principales, esenciales y fundamentales para entender qué es, como funciona y cómo se origina el capitalismo, he escogido seis principios inalterables que se mantienen como constantes a lo largo de las diversas re-formulaciones y transformaciones que ha experimentado a lo largo del tiempo y de la historia, y que sus más fieles servidores y defensores se han dedicado a vociferar a bombo y platillo, a diestro y siniestro sin compasión hacia el atónito espectador que las sufría.

Antes de entrar al trapo y en faena, desearía advertir que lo que aquí se exponga no es una crítica en la que implícitamente se defienda la alternativa comunista, como en todo el tema de debate sobre el mejor sistema organizativo y estructural constitutivo de la sociedad y la economía se ha bipolarizado, presentando en el debate la imposibilidad de un crítica sin segundas lecturas interpretativas acerca de la ideología, la propuesta o la alternativa que presenta el escritor, en este caso yo. Así pues me gustaría simplemente centrarme en desmitificar, des-idealizar y derribar las seis tesis que a mi parecer son las que constituyen de manera sólida la construcción del edificio capitalista:

La primera tesis, es defendida por uno de los ideologos y máximos exponentes del pensamiento capitalista, Adam Smith, que postulaba y defendía la tesis de la auto-regulación y auto-limitación, la famosa mano invisible que controla, regula, limita para equilibrar el sistema de libre mercado, lo ajusta para su óptima función, es algo así como plantear una totalidad y unidad orgánica que mediante unas leyes y reglas internas metafísicas es capaz de auto-abastecerse y auto-gestionarse, marcarse sus límites éticos e implantar un código de valores, es decir una moral imperante reflexiva con ella misma, capaz de establecer una nueva condición humana apta para las nuevas condiciones sociales, que mejoran la sociedad, la vida humana, y potencian nuestras capacidades y facultades humanas, permitiéndonos extendernos, evolucionar y progresar para un fin de la historia no determinado, puesto que el capitalismo no plantea ningún fin en concreto, es el ave fénix, auto-destruirse para renacer de sus cenizas.

Este libre mercado es regulado, no por las buenas intenciones y por la solidaridad, benevolencia y compasión de los dirigentes de órganos o sectores de poder, es decir por los capitalistas y empresarios, sino por las misma leyes y reglas de juego, ya que el empresario intentará crear un producto valioso, de calidad, útil y funcional para la sociedad, no por buena voluntad sino porque es la única manera de vender sus productos y conseguir acumular capital, vender la producción y la mercancía  suponiendo así que el individuo demandante también posee interés por lo útil y funcional, por la calidad y el valor de la mercancía o servicio y así consumira, también se presupone un consumo racional, meditado y responsable, como si la sociedad y los individuos no se moviesen por instintos y pulsiones irracionales, rompiendo así las leyes racionales que regulaban el mercado.

Otro error en la argumentación de esta tesis, es el suponer la libre competencia como elemento fundamental del equilibrio y regulación del mercado y el capital, los más radicales, como los "randianos" u Objetivistas, postulan, que en una situación de libre mercado siempre que en un sector económico haya una empresa que empiece a apoderarse de todos los recursos, de toda la cadena de producción y cuota de mercado, surgirá una empresa con los precios más bajos, u ofreciendo un mismo producto con más valor o calidad, ofreciendo así competencia y limitando su poder, por lo tanto equilibrando el mercado.

Este argumento se sustenta por una lógica en la teoría y la abstracción, pero en la práctica hace aguas por todo los lados, ya sabemos que pueden construirse monopolios si se compran todos los recursos posibles de ese sector, o si pactan las tres grandes empresas de un sector, imposibilitando la entrada de otras, como pasa con el negoció de la energéticas y el combustible, pueden crear monopolios o "cartels" cerrando el sector y poseyendo la totalidad del poder y necesidad de la sociedad en sus manos, a fines de intereses de rentabilidad, eficiencia económico e interés personal, y no por el interés social o bien común.

La segunda tesis, es la idea de que el capitalismo dota, comporta y asegura la libertad individual, no sólo eso, sino que asegura a cada cual lo que se merece, es un principio de justicia y libertad, el capitalismo da a cada cual lo suyo de manera justa según sus virtudes, capacidades, facultades o naturaleza para ser útil, beneficioso y práctico para la sociedad, es decir funcional para el organismo y entramado productivo, tu salario sera acorde con tu valor ontológico como fuerza de producción, es decir que el más virtuoso será mejor recompensado y vivirá mejor, puesto que lo vale, y el que no, vivirá con menos salario y compensación, cada uno será recompensado según lo que le toque, lo que valga y sirva para el mercado. Podemos negar y objetar el segundo principio y su argumentación, con lo que yo llamo la paradoja de Belén Esteban y el profesor Caja: puesto que el señor Caja esta más preparado y formado que Belén Esteban, licenciado en filosofía, doctor y profesor universitario de estética y hablante de más de seis idiomas, sin embargo su salario y nivel de vida es muy inferior al de alguien que ni esta tan formado ni preparado intelectualmente como él.

Los defensores del sistema, sostendrán que es un reflejo y demanda de la sociedad, que la sociedad al demandar cierto arquetipo crea el criterio y el estándar del ser o individuo merecedor, virtuoso y capacitado para tal compensación, es decir que no existe una justicia y repartición meritoria objetiva, sino que es subjetivizarlo todo, consensuar y pactar lo que es justo en función de la demanda en masa, a lo que yo diría que por sentido común no puede sostenerse una repartición justa como la de la paradoja, puesto que auto-incumple su propio principio de establecimiento de lo justo, que uno esta mejor preparado y cumple una función social más importante como educar no puede ser menos recompensado que gustar a la masa.

Existen más ejemplos para demostrar la irracionalidad y el sin sentido de esta tesis, intervienen muchísimos factores más allá de los propios como virtud, valor y utilidad, como el azar o surte, clase social e inmoralidades que pueden hacerte ganar un nivel de vida y compensación que no corresponden con tu valor ontológico o tu mérito, nacer en una familia rica y heredar su fortuna, tener amigos en sectores de poder que premian tu amistad y no tu mérito o utilidad, son ejemplos de casos en que se rompería el principio liberal y capitalista de justicia, y cada uno según lo que se merece, no siempre los que más valen son tocados por las distintas formas de la fortuna y la suerte, puedes valer y ser un desgraciado y por lo tanto que no te toque lo que te corresponde.

La tercera y última tesis de esta primera parte de la entrada de hoy, es el mito de la responsabilidad privada, es decir que el que la hace la paga, el individuo que libremente fracasa es el que debe responsabilizarse y hacerse cargo de las consecuencias de sus actos, por lo tanto en un sistema tal, el que quiebra una empresa, es el que se hace cargo de su fracaso y su destino. El individuo es responsable, usufructuario y único beneficiario tanto de su fracaso como de su victoria, argumento que podemos negar con la evidencia de la resolución de la crisis actual, los que pagan el fracaso financiero y económico es la clase media (main street) salvando y sosteniendo con dinero público, de toda la sociedad el fracaso del sector privado, ( Wall street) que representa el sector financiero, los bancos, la bolsa y grandes multinacionales. Es decir, que si triunfan y consiguen la victoria claro esta por el principio del mérito y responsabilidad, que se quedan con todos los beneficios puesto que se lo han ganado y se lo merecían, pero si fracasan, como cumplen una función esencial en nuestra sociedad debe la clase media soportar el peso de su fracaso, mientras no ve ni cinco de la victoria.